Para valorar bien el tendón es necesario recurrir a la ecografía o a la resonancia magnética, que nos ayudarán a conocer si existen o no roturas en el tendón, ver el grado de degeneración del mismo, y en el caso de la resonancia, valorar otras estructuras musculoesqueléticas colindantes.
En las lesiones más leves el reposo y la fisioterapia suelen ser suficientes para la recuperación. Puede ser útil una plantilla a medida de soporte del arco interno del pie, o una ortesis especial para mejorar la estabilidad de dicha zona.
En casos de roturas parciales o estadíos iniciales de insuficiencia del tendón, podemos tratarlo con inmovilización durante un periodo de unas semanas, seguido de una rehabilitación de la fuerza del tendón.
Si no existe desaparición de los síntomas, podemos realizar una tenoscopia para ver los tendones a través una óptica que se introduce por un par de portales de menos de un centímetro. Además con esta técnica se puede confirmar exactamente cómo está el tendón, realizar una limpieza del mismo o proceder a una reparación abierta de una rotura que no se hubiera identificado previamente con las pruebas de imagen.
Si existe una rotura completa o la tendinopatia crónica no ha mejorado con tratamiento conservador, lo más recomendado es proceder a una intervención quirúrgica para su reparación o reconstrucción.
Para la tendinosis podemos realizar microtenotomias con el terminal de radiofrecuencia Topaz, con el fin de regenerar las zonas patológicas del tendón. Para roturas importantes intentaremos la sutura del tendón, siendo a veces necesario el refuerzo de la misma con injertos de colágeno. Si la lesión es irreparable podemos optar a transferir el tendón flexor largo de los dedos al hueso Escafoides para mantener la función primordial del Tendón Tibial Posterior para caminar.
Si el paciente presenta un estadio avanzado de pie Plano Adquirido será necesarias actuaciones sobre los huesos para poder cambiar la biomecánica del pie. La técnica más usada consiste en una osteotomia de medialización del calcáneo, que se realiza deslizando la parte posterior de este hueso hacia una posición más medial de forma que corrige la desviación en valgo del retropié. Esta osteotomía requiere de la fijación con tornillos y la inmovilización posterior. En algunas ocasiones de pies muy deformados o con artrosis importante entre los diferentes huesos, puede ser necesario realizar otras técnicas como las artrodesis astragaloescafoidea, subastragalina o triple artrodesis, porque la actuación aislada sobre el tendón tibial anterior seria poco exitosa en casos así.