El tratamiento inicialmente debe basarse en medidas conservadoras con reposo o modificación de la actividad. En referencia a este último punto los síntomas son menores o inexistentes en bicicleta, piscina o elíptica, según en cada caso. Si el dolor no es muy fuerte puede valorarse el seguir con la carrera a pie pero solamente a ritmos lentos y en llano. El trabajo de musculación en gimnasio es muy importante también, y a veces su falta es una de las causas de que haya aparecido el problema. En los casos de mucho dolor y siendo necesaria la participación en alguna competición, puede utilizarse la infiltración con corticoides, pero no debe repetirse en más de tres ocasiones, porque podría debilitar el tendón y favorecer una rotura. También infiltraremos en casos de bursitis isquiática que no responde a medidas antiinflamatorias orales y reposo. El tratamiento de fisioterapia comenzará con medidas manuales y terapia de control del dolor y regeneración del tendón. En los casos de tendinosis y degeneración del tendón debe comenzarse un protocolo de ejercicios excéntricos que deben hacerse a diario durante 6 a 12 semanas, y con carga progresiva. En casos rebeldes se opta por añadir terapias más agresivas como las ondas de choque extracorpóreas o la EPI. La combinación ondas de choque con excéntricos ha demostrado ser superior a cada uno por separado. Las infiltraciones con factores de crecimiento plaquetarios o plasma rico en plaquetas (PRP) no han demostrado todavía buenos resultados en esta patología, y parece ser más útil en los casos de roturas parciales con tendencia a no cicatrizar.
La cirugía está indicada a partir de los 6 meses de tratamiento conservador bien realizado. Las técnicas consisten en liberar bien el tendón de las adherencias que lo cubren, y en casos de tendinosis, resección de las áreas patológicas si son evidentes o microtenotomias con terminal de radiofrecuencia (Topaz). En algunos casos de rotura o avulsión se procede al reanclaje o sutura. Pero en otros casos de tendones muy afectados o degenerados puede ser preferible hacer una Tenotomia o corte en el tendón para quitar tensión en la zona. En el síndrome de isquiotibiales por irritación y atrapamiento del nervio ciático se realiza liberación (neurolisis) del mismo. En casos de síndrome compartimental de isquiotibiales procederemos a realizar una fasciotomía del compartimento posterior del muslo como indicábamos antes. La vuelta a una vida normal se sitúa en alrededor de un mes, pero la actividad física debe ir reanudándose muy lentamente, haciendo especial hincapié en el fortalecimiento y maduración del tejido del tendón operado. La readaptación a la actividad en atletas de alto nivel es muy larga. El nivel previo puede tardar en alcanzarse aproximadamente un año, aunque se empieza a correr antes.