En marchadores se ve con frecuencia el síndrome compartimental anterior de la pierna, debido al compromiso que sufre el músculo tibial anterior que hace extensión del tobillo en cada paso al marchar.
El síndrome compartimental crónico del antebrazo lo padecen deportistas como los motoristas o los escaladores que realizar esfuerzos continuados con dicha musculatura.
En fases iniciales el tratamiento conservador puede ser útil, antes de que sea realmente un problema crónico. Puede ayudar el masaje y los estiramientos, el reposo relativo del grupo muscular, el frío, y alguna otra técnica de fisioterapia.
La mayoría de los síndromes compartimentales crónicos del ejercicio requiere tratamiento quirúrgico que consiste en una fasciotomía. En esta intervención la fascia es abierta para que deje de comprimir al músculo afectado. A través de pequeñas incisiones se abre la fascia y el proceso de recuperación es relativamente rápido, una vez retirados los puntos se puede comenzar con el ejercicio de nuevo de forma progresiva. Los resultados son buenos y solamente en algunos casos se producen recidivas.