La rotura muscular es común en gestos explosivos, velocidad y cambios de ritmo. Los músculos más frecuentemente lesionados son el gemelo y sóleo, los Isquiotibiales, el recto anterior del cuádriceps y el aductor largo. Pero las roturas musculares pueden verse en cualquier músculo del miembro inferior, en los abdominales o en la musculatura del brazo.
La rotura del gemelo es tan frecuente en deportes de raqueta que en literatura inglesa recibe el nombre de "Tennis Leg". El Sóleo es castigado en los corredores de mediofondo y fondo, y los Isquiotibiales son más habitualmente dañados en velocidad y vallas. El recto anterior del cuádriceps se lesiona mucho en los jugadores de fútbol.
La clasificación de las roturas musculares es a veces difícil. Normalmente se habla de tres grados de menor a mayor gravedad. Las pruebas de imagen nos ayudan mucho para poder establecer el pronóstico. La ecografía es más económica y dinámica, pero es dependiente del experto en realizarla y su interpretación de lo que ve. La resonancia magnética permite ver el edema muscular producido por la lesión.
De todas formas la exploración y los síntomas son los que guían al médico en la recuperación de la lesión. El reposo solamente es necesario en las primeras 48-72 horas. En ese periodo se pone frío y si es posible se venda la zona.
Actualmente realizamos punción y aspiración del hematoma de forma ecoguiada, para favorecer y acelerar la recuperación, siendo además muy útil para aliviar la tensión y el dolor en la zona.
Posteriormente es mejor un movimiento controlado, no doloroso. Puede empezarse por ejercicios sin carga como la natación o la bicicleta lo antes posible.
La fisioterapia es muy importante para acelerar la recuperación. Se utilizan técnicas de drenaje, se aplican aparatos que faciliten la cicatrización, y posteriormente se va relajando la zona y se favorece la vuelta a la normalidad. En nuestra experiencia el uso de tecarterapia (aplicación de radiofrecuencia externa con tecnología Human Tecar) acelera y mejora la recuperación de estas lesiones (tratamiento en www.BiClinic.com).
Todo lo anterior es incompleto si no se hace un fortalecimiento progresivo posterior y previo al regreso a la actividad deportiva habitual. Este aspecto con frecuencia se olvida, y es la cusa fundamental de recidivas y recaídas.
Entre las complicaciones de las roturas musculares, además de las recaídas, podemos citar la formación de una cicatriz dolorosa, el encapsulamiento de un hematoma o su calcificación. En casos en los que se rompe la fascia o aponeurosis que envuelve el músculo puede producirse una hernia muscular, que en caso de ser dolorosa puede requerir tratamiento quirúrgico.
Debemos recalcar la importancia de la prevención que básicamente consiste en el trabajo de fortalecimiento muscular, el estiramiento posterior al esfuerzo, el descanso, el masaje, la correcta hidratación y alimentación, en definitiva todo lo que se ha venido a llamar el entrenamiento invisible.